Fondos EIE
Unión Europea
DepartamentodeDesarrolloRural
ySostenibilidad
Asociación para el Desarrollo Rural Integral de Las Tierras del Jiloca y Gallocanta
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Estrategia de Desarrollo Local Participativo
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2. Zona Geográfica Cubierta por la Estrategia.
tura, los resultados de los sucesivos esfuerzos tectónicos
y la acción de los agentes geológicos externos. Las cuar-
citas y pizarras paleozoicas forman montes con inclina-
das laderas aunque presentan formas algo suavizadas;
sobre las calizas mesozóicas y terciarias hay crestas, los
cantiles y los canchales, si bien no son de gran desarrollo
por la modestia de los relieves locales; una compleja red
de barrancos y ramblas de incisión lineal surgen del seno
de las montañas conectándolas con los ríos principales,
siendo comunes las cárcavas cuando el sustrato detrítico
es poco competente; sobre materiales carbonatados se
desarrollan formas de relieve kársticos (que incluye un
profundo cañón fluvial) y que determina el relieve estruc-
tural formado por páramos y muelas. Amplios mantos de
glacis conectan los montes con el fondo de los valles,
especialmente en el del Jiloca, en donde los depósitos
fluviales han construido terrazas fluviales e incluso po-
tentes edificios travertínicos. La surgencia de agua del
subsuelo origina fuentes y manan-
tiales, tanto en las laderas como en
las depresiones (“ojos”) llegando a
alimentar tanto a los ríos como a las
lagunas. Por último, la presencia de
la enorme Laguna de Gallocanta pro-
porciona una notable riqueza a la fi-
siografía comarcal, al aportar todo un
conjunto geomorfológico en el que no
faltan áreas pantanosas, islas, barras
litorales, deltas e incluso playas.
Su pertenencia a la Cordillera
Ibérica, aún cuando en este sector no
ofrezca sus relieves más vigorosos,
le confiere una cierta amplitud en el
rango de altitudes; así, éste queda
comprendido entre los 670 m. del río
Huerva, en Herrera de los Navarros
o los 690 del Jiloca en Murero y los
1.603 m. del Monte de San Ginés en
Peracense, los 1.588 m. del monte
Atalaya en Sierra Menera o los 1.510
m. de Pelarda, en Fonfría.
El 88,93 %
de su superficie se sitúa por enci-
ma de los 900m.
y tan solo el 11,07
% se halla por debajo de los 900 m.
Aun considerando la complejidad
orográfica de los sistemas de sierras,
podemos hablar de un claro gradiente
altitudinal norte-sur (el río vierte hacia
el norte), pero no es así entre el este
y el oeste, al quedar la fosa tectónica
del Jiloca encajada entre ambos ex-
tremos montañosos.
Una de las circunstancias que
propicia esta diversidad fisiográfica es
la notable
variedad litológica
de este
territorio. Los núcleos de las dos ramas de la Ibérica, es
decir, la sierras Modorra, Peco, Herrera, Cucalón, Santa
Cruz y Menera están compuestos por pizarras y cuarcitas
paleozoicas. Mantos calizos y margosos mesozoicos se
extienden por las montañas, muelas y lomas en los flan-
cos de las principales sierras, ocupando amplios sectores
en los Llanos de Monreal, Sierra de Lidón, el Alto Piedra
y páramos de Cubel, la mitad occidental de la cuenca de
Gallocanta, las crestas de la sierra de Oriche y de Cuca-
lón. En los flancos de Sierra Menera se disponen conglo-
merados y areniscas triásicas. Los materiales detríticos
terciarios (conglomerados, areniscas y lutitas) tienen aflo-
ramientos amplios tanto en: Pelarda, Campo de Romanos,
Bajo Jiloca, llanos de Odón-Blancas, Alto Cámaras, como
en las inmediaciones de los valles, donde conectan con
los depósitos de gravas y limos pleistocenos. En la mar-
gen derecha del Jiloca hay depósitos de origen continental
de calizas y arcillas rojas terciarias (Campo Romanos).