Asociación para el Desarrollo Rural Integral
de las tierras del Jiloca y Gallocanta

El alto Jiloca

Músicos

Singra

Para la música de fiestas fueron habituales durante años El Tío Roque y el Tío Lalo (gaiteros de Torrijo y Monreal).

Hubo en el pueblo varios músicos de cuerda. Emilio Gómez (que marchó a Zaragoza) y su hermano Hilario tocaban el laúd en los años 40 y 50. Teófilo y Federico, Los Polos, hermanos, tocaban el violín; iban a Camañas a tocar en las fiestas. Otro grupo de hermanos, Esteban, Ernesto y Enrique, también tocaban cuerda, y formaron un cuarteto con otro músico llamado Carlos.

Villafranca del Campo

Tomás Herrero (c.1837-1917), abuelo de nuestro informante Vicente Herrero, fue gaitero del pueblo. Tocaba el tambor en las carreras pedestres; y él mismo fue un gran corredor y caminante.

Jaime Ramos García (murió al comienzo del presente siglo) fue pastor y dulzainero.

En los años 30, los hermanos Felipe y Vicente Martín tocaban la guitarra y el laúd, y formaban rondalla con José Remiro y Esteban García. Después hubo grupos de jotas en el pueblo durante muchos años, pero es una actividad discontinua en la actualidad.

En fiestas y carnaval había música de charanga y de cuerda con percusiones (bombo, platillos, tambor). Durante todo el siglo XX la música de las fiestas corría a cargo de banda y orquesta, como era el gusto de las poblaciones más grandes, por lo que apenas había participación de los dulzaineros.

Hay una banda de cornetas, bombos y tambores para la Semana Santa, que comparte esta actividad con las otras existentes en Calamocha, Caminreal, Torrijo, Santa Eulalia, Cella o Villarquemado.

Monreal del Campo

Centro jotero por excelencia, en Monreal del Campo destacó la figura de Joaquín Peribáñez. En torno a él y a Carmen Peribáñez creció la célebre rondalla de Los Chatos, que ganó importantes concursos, como el de Molina de Aragón de 1946.

En la posguerra hubo en Monreal otras rondallas de prestigio, como la del Hermano Florencio y la de los Primos Redón. Del desarrollo de la jota a lo largo del siglo no hablaremos aquí, pero sí mencionaremos cuando menos a dos figuras destacadas del género en las últimas décadas: Teresa Pomar y Marcelino Plumed, ambos de Monreal.

Muy posiblemente hubo dulzaineros locales a lo largo del siglo XIX. Ya en el XX, esta labor la realizaba el Sr. Martín. Con sus hijos y los gaiteros de Torrijo (Roque y Lalo)  constituyó un núcleo importante de dulzaineros.

Durante las fiestas de Monreal, en las carreras de pollos y burros y en los pasacalles, tocaban juntos el Sr. Martín (dulzaina) y sus hijos Vicente (violín), Félix9 y Jesús Martín Collados (tambores); solían acompañarles además los citados Lalo y Roque; este último era natural de Torrijo aunque residía en Monreal. Tocaban tanto la dulzaina sin llaves como la de llaves (tipo las de Tramacastilla). Jesús Martín y su padre iban por los pueblos (Barrachina, Monforte de Moyuela…) y estaban dos o tres días en cada uno. Las actuaciones de ambos por los pueblos de la Sierra coincidieron en el tiempo con las de Lalo y Roque, con quienes debieron de repartirse el trabajo.

Juan Hernández Muñoz (n. 1918), uno de los principales músicos de Monreal del Campo, fue miembro de la mencionada rondalla Los Chatos y de la Orquesta La Unión. Tocaba el violín, la guitarra y el laúd.

Torrijo del Campo 

Como Monreal, es pueblo de grandes joteros; últimamente han destacado en ese ámbito J. Benito y J. M. Julve. Además, siempre hubo en Torrijo tañedores de cuerda de buen nivel.

La tradición de gaiteros parece venir de antiguo; según documentos, en 1885 tocaron la soldadesca y danze de Cutanda Francisco Tirana (gaitero) y su hijo, ambos de Torrijo10. Hacia los años 30 del pasado siglo, el dulzainero era José Martínez González, el Tío Lalo11, que formaba pareja con el Tío Roque. Los Gaiteros de Torrijo, siempre denominados con este genérico nombre, han sido una institución musical para la comarca del Jiloca. Se les contrataba en muchos pueblos, por lo que realizaban una ruta por la Sierra adaptada al trabajo de cada temporada. Se les recuerda en lugares como Villalba de los Morales, Villar del Salz, Visiedo, Barrachina… Lalo tuvo nueve hijos, de los que José y Sebastián aprendieron a tocar la dulzaina.

José María Moreno fue otro de los nombres destacados en la música de la zona. Dio impulso a la Banda de Torrijo, y compuso una serie de piezas (La Torrijana, mazurca; Alegrías del Jiloca, pasodoble-jota; etc.), conservadas en su carpeta musical, publicada por el Centro de Estudios del Jiloca.

Villalba de los Morales

El pueblo tuvo sus propios músicos para hacer el baile: Evaristo y Virgilio Torrijo (violines) y Saturnino del Val (guitarra); tocaban polcas, mazurcas, pasodobles, chotis, tangos y jotas, en un estilo próximo al de los pueblos del entorno de la Laguna de Gallocanta18.

Caminreal 

La Orquesta de Caminreal, que estuvo activa aproximadamente entre 1945 y 1955, estaba formada por Ricardo Bruna (trompeta), Luis Bruna (hermano del anterior, saxo tenor), Isaac Rodríguez (saxo alto), Ángel Brosed (saxo alto) y Juan José Sánchez (voz). Esta formación se encargaba del baile, que se hacía en el Salón de Caminreal. También tocaban en Pozuel, Luco, Monreal del Campo, Bañón, Cosa, Torre los Negros, Barrachina y Olalla (fueron varias veces a tocar en la romería de la Virgen de la Pelarda), combinándose con los músicos de Calamocha y Cutanda. Hacían tanto los pasacalles como los bailes, y pernoctaban en las casas de los mozos.

Calamocha

Banda de Calamocha. Foto cedida por el Centro de Estudios del JilocaLa Banda de Música de Calamocha fue requerida en el primer tercio del siglo XX en diversas poblaciones, que buscaban dar mayor relieve al aspecto musical en sus fiestas. De las bandas se valoraban el volumen sonoro, su moderna estética, sus repertorios, sus arreglos musicales. Participar en estas agrupaciones se convirtió en una actividad interesante por diversas razones, y la inclusión de las mismas en la programación festiva daba prestigio a los pueblos que podían costearlas. Lo que ya se ha comentado para el caso de Barrachina venía sucediendo, desde hacía ya décadas, a lo largo de toda la geografía europea, y de tal manera también en Aragón se fue produciendo una cierta sustitución de  las formaciones musicales más antiguas por la de la Banda.

Luco

Eduardo Tomás (bandurria) y Joaquín Gimeno fueron dos músicos del pueblo de alto prestigio. Nuestros informantes calculan que ambos debieron de nacer hacia 1860, y son sin duda dos de los músicos más antiguos de los que hay memoria de manera oral.

Burbáguena 

Rondalla. Burbáguena 1930. Foto cedida por el Centro de Estudios del JilocaAdemás de la música de cuerda, a lo largo del siglo anterior se cultivaron en este pueblo los instrumentos de viento, ligados por regla general a repertorios más modernos. Entre los músicos locales destacaron Alejandro el Carpintero, quien tocaba el laúd; Vicente el Obispo, igualmente el laúd; Narciso García el Ciego, la bandurria; José Verdiel, la guitarra; Alejandro Gálvez, el clarinete.

José López el Albardero, intérprete de trompeta, tocó por numerosos pueblos en compañía de distintos músicos. Con el cantor de jotas Vicente Rubio, llamado El Pastor, formó la Orquesta El Pato Donald (o simplemente Donald), activa entre 1950 y 1970 aproximadamente. Eran sus miembros: Santiago Rubio, saxo alto; Antonio Rubio, clarinete y saxo en Sib; Gregorio Gracia, batería; Florencio Franco, trombón de pistones; José López, trompeta; Vicente Rubio, voz.

Los músicos de Burbáguena se combinaron a menudo con otros de los pueblos vecinos para cubrir la demanda musical de las fiestas estivales. Con los de San Martín del Río formaron las orquestas Bursan, Ambis y Hora Cero.
Báguena, San Martín del Río

Son lugares de renombradas rondas. Existe una importante colección de fotografías de la rondalla de Báguena, debida al cantador Juan Sancho de Báguena11.

© ADRI & grupo musical Lahiez

© Manuel Sánchez, 2000-2008

NOTAS A ESTE APARTADO

9.  Posiblemente Vicente Martín Collados, de Monreal del Campo. 

10.     Anselmo Mateo nos dijo las frases con las que en Ojos Negros se imitaba la música de dulzaina y tambor de Lalo y Roque:

          -Que rompo la cataplá (bis) (tambor)

          -¿Y por qué la vas a romper? (gaita) 

11.    Enrique Izquierdo, padre de nuestra informante, no tenía problemas de visión; heredó el apodo de Ciego de su padre, quien sí era invidente. 

Descubre el medio natural, la historia, el arte y la etnográfica y cultura de las comarcas de Campo de Daroca y Jiloca.

Guía detallada de  servicios generales y turísticos para que sepas cómo llegar, qué visitar, dónde comer,…. 

Descárgate la revista Bajo Cero, folletos sobre los proyectos realizados y vídeos de la comarca.

Enlaces de interés sobre desarrollo rural, turismo, ayudas y subvenciones, entidades, medios de comunicación comarcales,…