Músicos populares, músicos tradicionales: algunos conceptos

Músicos

En muchas ocasiones se han explicado las diferencias existentes entre música popular y música tradicional. Como principio conceptual, consideraríamos que la música tradicional folklórica es una parte de la música popular.

Cuando estudiamos el caso real de los músicos del medio rural de la Península Ibérica, a lo largo del siglo XX, apreciamos que en una mayoría de lugares ha predominado un repertorio ciertamente popular, pero sólo relativamente tradicional. Cabe distinguir dos ideas:

• la de repertorio musical tradicional
• la de la función del músico en la sociedad tradicional

La evolución ha sido diferente en cada caso. Si bien el repertorio ha variado con el tiempo y se ha adaptado a cada momento, el papel de la música y del intérprete especializado dentro del grupo social puede considerarse que ha sido el mismo, o muy parecido, a lo largo de un extenso periodo histórico.

Sin entrar aquí en mayores explicaciones, y centrándonos en las comarcas que estudiamos, podemos considerar varios tipos de intérpretes de música popular:

• músicos tradicionales, que han aprendido a tocar en un contexto tradicional, generalmente de oído; sus instrumentos y repertorios cumplen con los requisitos de la tradicionalidad;
• músicos con formación académica, que como miembros de una comunidad  han ido adaptando su música a las tradiciones de aquella; han introducido nuevos repertorios, instrumentos y maneras de tocar;
• músicos populares que desarrollan su actividad en torno a la música según las condiciones propias del momento, con los repertorios e instrumentos característicos del periodo; de ellos se han nutrido mayormente bandas, charangas y otras formaciones.

También hay que referirse a los intérpretes no especializados, o a otro tipo de formaciones musicales: el pueblo que canta en la fiesta, en el trabajo, en la iglesia, en las rondas...

Y hay que mencionar una obviedad: los intérpretes tenidos como músicos tradicionales han incorporado también los repertorios de mayor actualidad en su momento (p. ej. chotis, tangos o valses); de forma recíproca, formaciones como las bandas adaptaron algunos temas tradicionales. En el estudio de casos concretos, se observa cómo algunos clarinetistas aprenden a utilizar la dulzaina, para dar más sabor de tradición a ciertos actos; o cómo muchos gaiteros cambiaron su dulzaina por un clarinete, en el convencimiento de que el nuevo instrumento era adecuado para desempeñar el papel requerido.

En los estudios sobre los músicos del medio rural y su función social, suele aparecer el concepto de su radio de acción; aquel que señala el territorio por el que discurre su actividad. Algunas cuadrillas de gaiteros han cubierto grandes extensiones, llevando una misma manera de hacer música a numerosas localidades. Otros músicos han desempeñado su actividad en un ámbito reducido, a veces hasta perdiendo su papel original en los actos que le estaban reservados.

A lo largo del tiempo, cada gaitero o grupo de gaiteros establecía su área de trabajo; en algunos casos, sus zonas quedaron bastante bien definidas; muchas veces, aparecían zonas de intersección entre las propias de unas cuadrillas y otras; y en ocasiones, estas áreas quedaban difusas. En cualquier caso, siempre es interesante la recopilación de datos al respecto, que ayudan a definir las estructuras de la música popular en una región dada.

Una de las maneras de obtener datos precisos es la de investigar en los distintos archivos municipales; en ellos se encuentran referencias de contratos hechos a los músicos, con motivo de procesiones o bailes; se puede averiguar en ocasiones hasta la procedencia de los intérpretes, su nombre, o su especialidad. En las comarcas del Jiloca se han recogido ya una serie de datos que dan en el pasado un papel destacado a los gaiteros; queda no obstante bastante trabajo por hacer, que puede mejorar el conocimiento que en estos momentos se tiene del tema.

© ADRI & grupo musical Lahiez

© Manuel Sánchez, 2000-2008