No deben faltar aquí unas líneas sobre el dance. En primer lugar, remitir, a quien desee mayor información sobre el tema, a los textos fundamentales de A. Beltrán, M. Pueyo y L. Pérez38.
Dance, en su primera acepción, es el nombre dado en Aragón -y algunos lugares próximos a sus límites occidentales-, a un acto escénico de tipo popular y tradicional; está compuesto por la combinación de danza, música y teatro, y se celebra dentro del programa de actos festivos de una fecha muy señalada. En su origen y desarrollo se relaciona con los oficios de pastores, misterios, autos sacramentales, loas, soldadescas y otros actos escénicos populares.
La etimología hace derivar el vocablo dance del verbo dançar, sólo datado en España a partir del año 1280, en indicación de Joan Corominas; quien adivina en él orígenes tanto semítico-andalusíes como su temprana difusión por el romance provenzal de los trovadores. Joan Corominas señaló también que dance no aparece escrito en Aragón hasta 1720. Los datos actuales remontan algo en el tiempo esa fecha. Por otro lado, conviene señalar que la estructura propia del dance pudiera ser anterior a su nombre; incluso, que la difusión geográfica del acto escénico (el significado) y la del vocablo (el significante) no se hubieran dado a la vez ni desde el mismo origen.
El significado de dance puede, según el hablante y el contexto, variar, dando lugar a otras acepciones; con frecuencia significaba, literalmente, danza, en su acepción más simple; otras, baile; y a veces, paloteado.
En el territorio aragonés se conservan, como en otras regiones, algunas pastorelas o pastoradas que son dramatizadas de forma independiente, sin danzas ni luchas; igualmente se celebran algunos paloteados de forma autónoma; pero el proceso histórico integró en muchos casos estos elementos en el conjunto del dance, que se difundió por todo Aragón.
El dance se dedica a la Virgen o al santo patrón. Su secuencia habitual comprende:
-la procesión, con las danzas (mudanzas), en la que se pide protección al santo
-la pastorada, acto teatral de carácter alegre y satírico, con los pastores, el mayoral, el rabadán y el zagal
-la lucha del bien y del mal, que comprende la batalla de moros y cristianos (o de turcos y cristianos) y el enfrentamiento del ángel con el diablo
-el final, con la alabanza al santo y los dichos, que cada año se componen en función de lo que haya deparado la temporada, y que son recitados por el mayoral o el rabadán.
Los tipos de mudanzas que se representan en el dance son diversos; genéricamente se denomina paloteado a su conjunto, pero las hay tanto de palos como de pañuelos, de cintas, de arcos... Existen también los castillos o torres humanas.
Las coreografías básicas de estas danzas aparecen difundidas por un área muy extensa, a escala europea. Lo habitual es que haya ocho parejas de danzantes. Los ritmos utilizados son bastante homogéneos, y a ellos se adaptan continuamente melodías y bailes que en origen son algo diferentes; en general, y en la actualidad, se aprecia en los dances un predominio de los ritmos a 2/4, detalle que es general en los paloteados de muchas regiones.
Históricamente, las músicas asociadas al dance han ido variando, en función de las modas y los recursos interpretativos. Se conoce algo de los repertorios dieciochescos (contradanzas, marchas, cortesías); idea más aproximada hay de los dances de fines del XIX (con mazurcas, valses y otros géneros de la época ya en el repertorio); y las danzas utilizadas en el XX confirman un proceso continuado de adaptación del repertorio.
De forma paralela a los cambios de melodías se ha producido el de instrumentación. Los antiguos gaiteros y ministriles fueron dando paso a diferentes agrupaciones musicales, que culminaron en la banda de metal. En los sitios más humildes, los gaiteros siguieron, no obstante, tocando para los dances; y en la actualidad, algunos dances se adaptan o se recuperan para dejar la parte musical a la gaita (o el chiflo, eventualmente) y al tamboril.
Se ha dicho con frecuencia, tanto en Navarra39 como en Aragón, que la difusión del dance siguió una ruta norte-sur. Tal vez es la interpretación más correcta de los datos en lo que al vocablo dance se refiere, o si se habla de periodos de tiempo o espacios muy concretos; pero si observamos el proceso del arte escénico popular y sus elementos (coreográficos, musicales, escénicos, históricos...) a mayor escala, vemos que casi todos los datos remiten a un proceso bastante complejo y dilatado en el tiempo, capaz de crear varios focos y líneas de difusión.
Las danzas de palos, de raíz precristiana, existieron con probabilidad tanto en los reinos cristianos como en Al Andalus, aunque los datos son difusos, y falta concretar algunas asociaciones del rito mozárabe con las danzas procesionales. De cualquier modo, parece imposible demostrar una herencia directa de ciertas tradiciones medievales en otras de la Edad Moderna, ya sea al norte o al sur de un punto determinado. A falta de otros datos, la memoria humana no alcanza el detalle y se funde en el mito.
Los autos, misterios y entremeses con danzas aparecen pronto en Francia y Cataluña, pero también en Castilla. Las danzas procesionales con paloteados se datan a partir del siglo XIV por el Sistema Ibérico y la Meseta; la danza castellana se documenta al menos desde el siglo XV, lo mismo que la riojana.
Las primeras soldadescas populares de que hay noticia aparecen tanto en la mitad norte como en la mitad sur de la península, desde principios del siglo XVII, aunque el género literario es anterior. La soldadesca de Mota del Cuervo (Cuenca), data de 1615; hay una datación histórica de dance y soldadesca Guadalaviar (Teruel), a fines del XVII; lo mismo en Cutanda, en 1704; las soldadescas parecen concentrarse desde aquellas fechas en el Alto Jalón y el Señorío de Molina. Por el norte, la Morisma de Aínsa (Huesca) aparece datada en 1676. Ante todo esto, no se tiene constancia de la fecha de aparición del dance; y las estadísticas sobre su difusión territorial han de completarse40.
Datos fehacientes indican que los pueblos de Bañón, Barrachina, Cosa y Cutanda ejecutaron un dance y una soldadesca, en el Santuario de Nuestra Señora de la Langosta, término de Alpeñés, el 21 de septiembre de 170441, en uno de los primeros dances documentados en Aragón. En 1724, Cutanda celebró un dance en el Santuario de Nuestra Señora de la Pelarda, en término de Olalla.
En las tierras del Jiloca y Gallocanta se sabe de la existencia histórica de algunos dances a lo largo del siglo XVIII; el de Calamocha, el de Cutanda42, los de Cubel –el de la Virgen de Guialguerrero y el de la Virgen de Jaraba- . Una mayoría de dances de la época estaban asociados a romerías, convocadas en ermitas y santuarios alejados de las poblaciones.
La Cédula Real de 1777, dictada en reinado de Carlos III, prohibió la costumbre de danzar durante los actos litúrgicos; las danzas y dances parecen remitir en esa época en el Sistema Ibérico, tanto en la parte de Castilla como en la de Aragón. Para ese periodo del final del XVIII, en el caso de las comarcas del Jiloca y Gallocanta, sólo están perfectamente documentados los dances de Cubel.
En Cubel se conserva documentación referida a seis dances en honor de la Virgen de Guialguerrero, que ha sido estudiada por B. Vicente de Cuéllar43; son tres cuadernillos manuscritos de excepcional valor, en los que se contienen –utilizamos la ortografía original- una Loa, dos versiones de Loa y Danze, una Loa y Danza con Mudanzas y Bayles, una Introducción al Dance y una Yntroducción al Dance. Es interesante observar el uso que se hace de los diferentes términos (loa, introducción, danza, danze, dance). Estos dances datan del siglo XVIII; su última representación conocida tuvo lugar en 1792. Junto a los seis textos, se encuentra en Cubel un libro de danzas cifradas, del que hablamos en otro apartado.
La tradición remonta el dance de Odón a tiempos remotos. Odón celebraba romería anual a la ermita de la Virgen de la Hoz, cerca de Molina (Guadalajara). Una placa de 1780, conservada en el santuario de la Hoz, indica que Odón acudía en la época al lugar, y probablemente era así desde hacía bastante tiempo. Aunque el dance como tal no se sabe a ciencia cierta en qué momento apareció, la tradición de los bailes de palos en el lugar de la Hoz se tiene por muy antigua, en sintonía con los datos históricos referidos a toda la diócesis de Sigüenza. Odón celebró allí su dance hasta la segunda década del siglo XX; en sentido estricto, este dance y el de Used eran los únicos tradicionales que existían en la comarca a principios del siglo XX, ya que el resto de los que se han datado sólo tuvieron una representación puntual.
A lo largo del XIX hubo dances en otros pueblos (Gallocanta, Caminreal, Cutanda, Used).
Según datos aportados por varios vecinos, Used representó todavía su dance varias veces a comienzos del siglo XX. Por la relación de datos recogidos, la última representación pudo tener lugar hacia 1912 o 1913. Habitualmente acudía a tocar en el dance la banda de Encinacorba, aunque alguna vez lo hizo la de Odón, detalle que también explican en esta localidad. Alguna mudanza se bailaba con castañuelas, como en La Yunta. Según parece, la música del villano se utilizaba en el dance, y al villano se le denominaba en ocasiones dance, lo cual puede dar lugar a equívocos.
En el apartado siguiente se mencionan algunos datos sobre una serie de dances que se representaron, a principios de siglo, en otros pueblos de la zona (El Pobo, Bello, La Yunta y Campillo).
Recientemente, Gallocanta realizó una recuperación del dance, con el apoyo del Plan de Recuperación de Dances de la Diputación de Zaragoza.
Para finalizar el apartado, exponer una sinopsis de las etapas y procesos habidos en el dance:
Etapa de formación, a escala general (s. XII al XVII).
Paloteados (Aragón, Castilla), balls de bastons (Cataluña, Valencia, Teruel), danzas (Meseta y Sistema Ibérico).
Misterios, pasiones, entremeses, autos y primeras soldadescas.
Etapa de apogeo en Aragón (s. XVIII).
Dances, entendidos como el conjunto de paloteado, soldadesca, lucha del ángel y el diablo y alabanza.
Música de la época interpretada por gaiteros, ministriles y otras agrupaciones musicales.
Etapa de evolución (s. XIX, principios del XX).
El dance comprende paloteados, soldadesca, lucha del ángel y el diablo, alabanza y dichos.
En ocasiones, la soldadesca se interpreta al final del acto.
Música tradicional o propia del periodo –según los casos-, interpretada por gaiteros o por bandas.
© ADRI & grupo musical Lahiez
© Manuel Sánchez, 2000-2008
NOTAS SOBRE ESTE APARTADO:
38. Antonio Beltrán: Introducción al folklore aragonés, 2 vol. Guara, Zaragoza, 1979-1980;
El dance aragonés. Caja de Ahorros de la Inmaculada, Esplugues de Llobregat (Barcelona), 1982;
Los dances de Cinco Olivas, Salillas de Jalón y Pastriz y los bailes procesionales. Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 1990; y “Notas sobre el dance y la contradanza de Cetina”, Etnología y tradiciones populares (III Congreso Nacional de Artes y Costumbres populares). Zaragoza, 1977.
Mercedes Pueyo Roy: El dance en Aragón. Origen y problemas estructurales de una composición poética. Edición particular, Zaragoza, 1973.
Lucía Pérez García-Oliver: El dance de Jorcas. Instituto de Estudios Turolenses, Zaragoza,1983;
El dance de Alcalá de la Selva. Diputación General de Aragón, Zaragoza, 1988.
También, recomendar las Actas de las Jornadas de Etnología Aragonesa (24 y 25 de noviembre de 1989): El Dance en Aragón. Cuadernos, nº 3 (c.1990), pp. 73-80. Centro de Estudios del Jiloca, Calamocha (Teruel).
39. Véase “Tradición recuperada, tradición imaginada”, de Mikel Aranburu Urtasun, en: Kepa Fernándezde Larrinoa, Fronteras y puentes culturales. Danza tradicional e identidad social. Pamiela-Gobierno Vasco, Pamplona, 1998, pp. 31-129, y en especial las pp. 36-40. Aranburu describe los procesos históricos del paloteado o dance en Navarra, y explica lo que fue la recuperación del paloteado en la localidad de Ablitas, llevada a cabo en 1996.
40. El Dance y la Soldadesca de Cutanda están datados para 1704; el de Gallocanta está datado en el siglo XVII, según datos señalados en el artículo de Mª J. Lavilla y P. Miguel Ballestín: “El dance de Gallocanta. Crónica de una recuperación”. Cabe el referirnos a algunas de las soldadescas conocidas en las provincias vecinas: en la de Soria, las de Medinaceli, Romanillos, Morón y Soria capital; en Guadalajara, Codes, Mazuecos e Hinojosa. En Cuenca, Albacete y otras provincias meridionales aparecen soldadescas desde el XVI, las más antiguas de todas las datadas con esta denominación.
41. Félix Sánchez Lidón (1908): Compendio histórico y novenario de Nuestra Señora de la Langosta venerada en el término de Alpeñés. La terminología empleada en los documentos citados por Sánchez Lidón (dance y soldadesca) denota la diferenciación de dos partes, a la par que implica un significado restringido a cada una de ellas; sin embargo, tanto dance como soldadesca se han utilizado, según el tiempo y el lugar, para referirse al todo.
42. Véase el artículo de T. Guitarte y N. Sánchez “La soldadesca y el danze de Cutanda”.
43. Benito Vicente de Cuéllar: “Seis dances en honor de la Virgen de Guía al Guerrero de Cubel”, Papeles Bilbilitanos, Actas (1982). Centro de Estudios Bilbilitanos – Institución Fernando el Católico, Calatayud (Zaragoza).
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