Asociación para el Desarrollo Rural Integral
de las tierras del Jiloca y Gallocanta

El valle del Río Piedra, la cuenca del Gallocanta y Sierra Menera

Músicos

Cimballa

Banda de CimballaCimballa ya había destacado anteriormente por su afición a la música; pero la formación de una banda estable se dio a principios del siglo XX. En aquella época la banda recorría los pueblos del Señorío de Molina, del Jiloca y de la cuenca de Gallocanta, difundiendo repertorios antiguos y modernos. Se recuerdan sus actuaciones en varios paloteados en la provincia de Guadalajara, en los años veinte. Tras la crisis causada por la guerra, la banda volvió a estar muy activa. Tres de sus miembros, Manuel Muñoz (clarinete), Felipe Muñoz (caja) y  Teodomiro Roy (caja), trabajaron en los valles del Mesa y del Piedra como gaiteros, tocando el pollo-pollo y el danzón como piezas estelares de un rico repertorio. Agrupaciones como la de Cimballa elevaron el interés de la población por la música instrumental, y permitieron que se conservaran algunos repertorios tradicionales, que ya entonces estaban en vías de segura extinción.

Aldehuela de Liestos

Santiago Muñoz Ramón -cantante e intérprete de guitarra, laúd y bandurria- nos explicó cuál era la vida musical del pueblo hace unas décadas. Junto a él, se reunían a tocar y cantar su hermano, Víctor Muñoz Ramón (laúd); Pedro Vicente (bandurria y guitarra); Fernando Muñoz, cantador; Francisco Muñoz, cantador de jotas; Raimundo Muñoz (canto y bandurria) y algunos otros vecinos.

Santiago Muñoz de Aldehuela de Liestos

Torralba de los Frailes

En Torralba de los Frailes, Teodoro Martínez (laúd), Domingo Blasco (violín) y Jesús Aranda (guitarra) formaban la base de la rondalla, y tocaban para el baile. Algunos más les acompañaban a menudo, como Marcos Moreno y su hijo Antonio (acordeón piano); con anterioridad, ambos tocaron también el acordeón diatónico.

Used

En Used hubo buenos cantadores a principio de siglo. Los músicos para las fiestas acudían desde otros lugares. José Ibáñez, uno de nuestros informadores en el lugar, tocaba el bombo acompañando a las bandas y charangas que llegaban. Se recuerda, en fecha lejana, a Domingo Lagunas, que tocaba el órgano y organizaba el baile en la Iglesia, una costumbre que se perdió antes de la guerra, que era herencia de tiempos muy antiguos y que estuvo muy arraigada en la zona y en el Señorío de Molina.

José Ibáñez (Used)

Santed

En Santed se recuerda la rondalla que hacía el baile y las rondas en los años 30; al parecer estuvo asesorada por Isidoro Vicente, el Ciego de Gallocanta. Sus miembros habituales eran Claudio Lagunas (guitarra), Cipriano Rubio (laúd) y Marcos Pardos (bandurria); con ellos tocaba a menudo el violinista de Tornos, Doroteo. Otros vecinos les acompañaban tocando y cantando (Pascual Bruna, Felipe Rubio, Daniel Pardos, Basilio Lagunas).

Gallocanta

Se recuerda un trío que estuvo activo en los desde la segunda década del siglo XX hasta la Guerra Civil; eran un guitarrista –Isidoro Vicente, el Ciego de Gallocanta-, un violinista –Bautista García- y un tañedor de bandurria –José Vicente-, a los que se añadía Rosendo Mochales (guitarra). Se les rememora en varios pueblos, a los que acudían a tocar.

En la posguerra se formó un grupo de músicos en torno a Juan Antonio Miguel Visiedo, que conserva aún los instrumentos que utilizaban: el violín, la guitarra, el acordeón diatónico, el guitarrico, la flauta travesera de caña, variados pitos... El grupo estaba formado por Juan Antonio Miguel (bandurria), José Miguel (padre del anterior; laúd), Mauricio Visiedo (guitarra y acordeón), Rosendo Mochales (guitarra), Teófilo Mochales (hijo del anterior; guitarra) y Evaristo Abad (guitarra). Solían hacer baile en el salón del Tío Franco. Este grupo estuvo activo entre 1939 y 1960. Juan Antonio Miguel nos habló además de Bernardo, el Tío Coronel, un presunto gaitero que vivió en Gallocanta, al que nadie jamás escuchó tocar la dulzaina.

Rondalla en Gallocanta. Cedida por CEJ

Las Cuerlas

Las Cuerlas contó con banda y rondalla. Desde los años 20, sus músicos se ocuparon de hacer baile en las fiestas de toda el área de la laguna de Gallocanta, e incluso en pueblos de Guadalajara. Bienvenido García, uno de aquellos instrumentistas, nos transmitió algunas piezas de su repertorio.

Tornos, Castejón de Tornos

Hubo en Tornos  un buen número de tañedores; hacia los años 40, la lista de músicos del pueblo incluía a Cándido Quílez (guitarra); Emilio Quílez (violín y bailador, hijo del anterior); Doroteo Sánchez (violín); Cesáreo Sánchez  (bandurria, hermano del anterior); Juan Antonio López (guitarra); José Garaicoechea (guitarra); Lázaro Sánchez (violín, sobrino de Doroteo y Cesáreo); Mariano Hernando (guitarra); Adolfo Bruna (bandurria); Daniel Bruna (violín, hijo del anterior). Solían tocar en grupos de tres o cuatro; tocaban para el baile local del domingo, pero no en las fiestas, en las que se contrataban orquestas. A Emilio y Doroteo se les recuerda en varios pueblos como colaboradores en rondas y bailes.

En Castejón de Tornos destacaron a dos hermanos músicos, nacidos en torno a 1900: Pascual Rodrigo Sebastián (cantor e intérprete de bandurria y laúd) y Fernando Rodrigo Sebastián (acordeón y guitarra, y el órgano de la iglesia), que organizaban el baile semanal. La información procede de su hermana, Clementa (n. 1901).

Andrés Pardos Gracia (n. 1906), natural de Castejón de Tornos y vecino de Torralba de los Sisones, ha aportado interesantes informaciones. Su familia se conoce en la zona como la de los Herreros. Andrés y sus hijos siempre han sido aficionados a la música; durante años albergaron, unas semanas cada invierno, a Tomás, el Ciego de Checa, que acudía a Torralba a enseñar música. De aquella época conservan varios instrumentos; tocaban sobre todo la guitarra y el violín.

Berrueco

En Berrueco, Teófilo Sebastián Arcos (n. 1920) nos explicó que había tocado en una rondalla durante el servivio militar; después se dedicó más al laúd y la guitarra. Con Jerónimo Sebastián y Juan Sebastián (tañedores de laúd y guitarra ambos) tocó para el baile semanal durante mucho tiempo.

Bello

Banda de Bello (cedida por CEJ)Uno de los núcleos principales de instrumentistas en la comarca fue el de los Valentines, la familia Valentín domiciliada en Bello. Julio Valentín (n. 1917) nos dio detalles sobre su trayectoria musical. Su padre ya había tocado el clarinete, a principios de siglo. La familia vivió en Huesca, donde los hijos iban a clase de música con el director de la banda municipal; posteriormente se trasladaron a San Sebastián, y más tarde a Bello, cuando su padre obtuvo allí un empleo. Compraron un piano, y se preparó un salón de baile para el pueblo. Allí sonaron cada domingo, durante años, el piano, la trompeta, el saxofón, el clarinete y la percusión. Julio aprendió entonces a tocar el piano por sí solo, en el seno de una familia dedicada a la música. Uno de sus hermanos, hoy residente en Madrid, estudió la carrera de violín completa; y Álvaro Sebastián, primo suyo, es compositor y arreglista.

Julio acompañó a su padre a tocar en las fiestas ya desde 1926; él mismo continuó con la labor de gaitero (tocando el clarinete) hasta hace unos 12 años. El recorrido festivo del invierno fue siempre el mismo: 20 de enero, fiesta de los Mártires, en Gallocanta; 21 de enero, Santa Inés, en Berrueco; y San Blas, en Anento. Habitualmente iban con clarinete y caja, a veces se añadía el saxofón. Tocaron además en otras muchas fiestas, como las patronales de los pueblos de la laguna o las que los mineros celebraban en la zona de Montalbán, Utrillas y Escucha.

Odón

Odón contó con banda propia desde los tiempos a los que alcanza la memoria; con este grupo de músicos se acompañaba el dance, que cada año se celebraba en La Virgen de La Hoz tras una larga romería. En los dances, la banda actuaba habitualmente con 14 músicos, aunque a principios del siglo XX contaba con una plantilla que superaba la veintena.

La banda actuó con asiduidad en los pueblos de alrededor, desde Used hasta Campillo de Dueñas, haciéndose casi siempre cargo de la música de los distintos dances y soldadescas que en las proximidades se celebraron. La agrupación adquirió un alto prestigio a partir de mediados del XIX, que fue cuando el Tío Simón, natural de Bello, se hizo cargo de la misma. Se cree que Simón llevó a la banda músicos de Bello y otros pueblos vecinos. De esta herencia derivarían después las bandas de Bello y Las Cuerlas.

Miguel Ibáñez Soler (nació h. 1835) fue el siguiente director del dance y de la banda; le sucedió Juan Sanz Gil, el Tío Juan, que compuso varias piezas del dance y estuvo bastante tiempo al frente del grupo. En los años veinte el director era Jacinto Soler, el Tío Jacinto; bajo su mando dejó de celebrarse el dance (hacia 1925). 

El maestro de danza en la última etapa del dance fue el Tío Prieto, que fue quien lo enseñó en  Bello (1913) y Campillo de Dueñas (1935), ya con avanzada edad.

En ese periodo, el joven Lamberto Sanz (1915-1936) se convirtió en el principal músico de Odón. Lamberto, multiinstrumentista y arreglista, relanzó la banda, que tocó para el dance que se realizó en Campillo de Dueñas.  Lamberto murió al año siguiente en la guerra, y con él se despidió una época.

En el periodo de posguerra surgieron aún varios músicos en Odón, entre los que ha sobresalido Lázaro Hernández, intérprete de saxofón y clarinete, quien nos ha transmitido estas informaciones y distintas piezas del repertorio musical del pueblo, como el Vals de Odón y una serie de introducciones de jota.

Blancas

El matrimonio formado por Raimundo Izquierdo, el Ciego de Blancas, y Celestina, natural de Ojos Negros, cantaba por los pueblos de la zona un amplio repertorio de romances de cordel, durante los principios del siglo XX.

Su hijo Enrique Izquierdo, llamado igualmente el Ciego1, fue un apreciado cantante, en especial de jotas; formaba dúo habitualmente con Emilio Paricio, el Colorao.

El legado romancístico del Ciego (Raimundo) siguió vigente en el pueblo con el citado Emilio el Colorao y su hija. Además hubo joteros como Aurelio Moreno y los hermanos Fernando, Florencio, Eduardo y Pepe Rubio (llamados los Rinchos).

Jesús y Tomás Sánchez, por su parte, fueron dos músicos de acordeón y batería, respectivamente, que actuaron juntos en las fiestas de varios pueblos.

Pozuel del Campo

La música del pueblo siempre giró en torno a las jotas. Para el baile iban a tocar músicos de Ojos Negros y de Villar del Salz.

Ojos Negros

En años 20 del pasado siglo, José El Herrero tocaba la guitarra junto a varios músicos aficionados, que hacían el baile en el Salón de Mariano. Más adelante se llevaba a cabo con el Tío Salinero (acordeón de botones) y el Tío Clemente, (laúd y guitarra). Otro músico era Julián Gimeno, quien tocaba el violín.

Celestina (recordada aquí como Calixta), esposa del Ciego de Blancas, era de Ojos Negros; ambos frecuentaban el pueblo interpretando sus canciones, en un circuito que les llevaba desde Blancas por Pozuel, Odón, Bello.

En las fiestas de antaño iban los dulzaineros de Torrijo y Monreal.

La jota se reavivó con la labor de la Cátedra, que realizó sus cursos en Ojos Negros en 1964.

Aún se junta la rondalla en el bar del pueblo. Son sus miembros Gumersindo Paricio (además de la cuerda también toca el acordeón), Anselmo Mateo (hijo del citado Tío Clemente; reside en Barcelona desde hace más de 40 años pero frecuenta Ojos Negros), Ángel Lucas, Sebastián Mateo y Domingo Gracia. Gumersindo y Anselmo empezaron a tocar juntos siendo jóvenes, y formaron una orquesta a la moda del momento.

Villar del Salz 

Pueblo de tradición pastoril. Se recuerda al Tío Eusebio, que construía flautas de caña y tocaba muy bien.

En las fiestas eran habituales los dulzaineros, bien los de Monreal y Torrijo (Martín, Roque, Lalo), bien los de Tramacastilla (José Aspas, Honorato López Aspas y Antonio López Aspas; anteriormente el Tío Paco y Jesús). Para los vecinos de Villar del Salz eran muy importantes las carreras pedestres, en las que la música de dulzaina era insustituible.

Según un informante, algún miembro de los gaiteros de Monreal y Torrijo tocaba el órgano de la iglesia2.

Había rondalla en el pueblo, agrupada en torno a Adolfo Urrea (n. 1908; guitarra), el Tío Victorino (n. 1915; bandurria y guitarrra) y Cándido Martínez (violín, guitarra y laúd). Durante los años 40 iban a tocar por los pueblos vecinos: Peracense, Ojos Negros, Blancas, Pozuel, Ródenas. El repertorio habitual de estos músicos puede consultarse en este Archivo, gracias a aportación de Adolfo Urrea.

Peracense

La tradición de los mayos se perdió en la década de los 60. Desde entonces no ha habido rondalla en el pueblo. Como era habitual en tantos lugares, los cantos de ronda se acompañaban con guitarra, laúd y bandurria; un músico del pueblo, Juan Andrés, se añadía a la rondalla, ocasionalmente, con su violín.

La jota ha tenido buenos representantes en Peracense, destacando en ella la cantante Sagrario Hernández.

 

© ADRI & grupo musical Lahiez

© Manuel Sánchez, 2000-2008

NOTAS A ESTE APARTADO

1.   Información transmitida en Herrera de los Navarros por Carlos Binaburo. 

2.       Todo cuanto pudiéramos decir al respecto está escrito por Manuel Carbó Lomba en “La música del pueblo de Loscos”, Oriche, 23 (enero 1997), pp. 7-9. Revista editada por la Asociación Cultural Trassierra, Loscos (Teruel). 

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